01 octubre 2007

Sendero


Sendero

Vuelvo a recorrer un camino conocido
tomo otra vez la copa de la muerte
y la acogo en mi seno cándidamente.

Las palabras dormidas en el alma
despiertan
a los espíritus ausentes
y renuevan la comunión antigua.

Ciudad siniestra envuelta en gris,
camino por tus calles
envuelta en perfecto negro,
mis cabellos azulados
gritan la fuerza de mis pensamientos
y la suavidad del rosa
cubre mis labios.


El pavimento recoge mis lágrimas
acariciando las tempestades.


Primavera... dama de la flores
espero para acurrucarme
en mi tumba amada
y sentir el candor de tus manos.

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