28 noviembre 2004

LITURGIA

Liturgia

Las puertas de la iglesia se abrieron
en una noche de tormenta,
Las velas que algún devoto humano
Ofreció a San Judas...
se apagaron con la ráfaga de viento
que arrasó con las frías estatuas.

¡Sacrí­lego viento que has entrado
para sacudir la hipocresí­a,
de quienes dicen ser cristianos!

¡Aire purificador!
Aleja la inercia de sus corazones
Y de sus mentes.

¡Tú! Cáliz de vino purifica sus espí­ritus
¡Ostia sagrada!
Haz sangrar sus mentes con la verdad.
¡Morado Obispo!
Tiñete de blanco y limpia tus pecados
Antes de limpiar los mí­os.
No reces a los santos,
No adores tu propia imagen.
Cuida tu lugar preciado,
Y no olvidaré¡s humanidad
Que la creación parte en tu alma.

Altar divino, mesón de sacrificios.

26 noviembre 2004

Somos dioses...

Somos Dioses

Los dioses nos miran desde el infinito,
observan como nuestros cuerpos,
se desnudan
entre los árboles del bosque.

La noche nos cubre con su manto,
ellos se deleitan con nuestra humanidad;
juegan con nosotros,
nos muestran sus delicias
y luego nos las quitan.

Nosotros...
pequeños frente a ellos,
eternos en la inmensidad,
caemos rendidos en sus tentaciones;
y en ensoñaciones nos imaginamos
dioses omniscientes, omnipotentes,
creadores de mundos...
insaciables cuerpos...
demenciales mentes...

Tu suave piel nacarada,
toca sutilmente la mí­a
y ellos... tocan mi alma y la tuya...

24 noviembre 2004

Noche...él me acompaña...

Noche ... Él me acompaña

Apostasí­a, rebeldí­a, caos
¿Quieres ser emperador?
Entonces ayúdame a matarlos
empuña conmigo la espada de la furia,
hagamos sangrar sus mentes con la verdad,
cabalga junto a mi por el sendero oscuro,
asciende desde los infiernos
y monta mi caballo negro.

Luna poderosa, vela luminosa,
En esta noche oscura y penetrante
Invoco a mis ancestros:
Druidas del bosque,
alquimistas del hierro,
magos de hechizos milenarios...
Dadme en este licor, vuestros ojos,
vuestras manos... vuestra ley...

Dadme la fuerza y el poder,
para enfrentar las máscaras de la humanidad...

21 noviembre 2004

MATRIZ

MATRIZ

Efí­mera fantasí­a ... morir,
Tienes palabras que decir?
Sólo debes pedir perdón,
Sólo debes acercarte... libera tu alma.

Tu cuerpo es un esqueleto con piel
Como siento lástima por ti,
Nunca pensé verte así­... pudriéndote en vida,
Y aunque eres una calavera andante
Tu lengua de serpiente
Vierte sutil su veneno como siempre,
Tus ojos profundos, tu expresión...
¿Cómo pude nacer de tus entrañas?
¿¡Cómo?!

Ja, que ironí­a, llegue a odiarme por ti
Fuiste soberbia, rencorosa, una arpía
Ahora el cáncer se consume tu energí­a
Tú lo sientes y no haces nada,
Tu conciencia no te deja en paz
Tu espí­ritu no tiene descanso...

Ciertamente serás purificada con fuego
El fuego del dolor,
Aquel que es profundo y despiadado...
¡Tu alma será purificada con fuego!

Y ni siquiera ahora puedo odiarte...
Sólo compasión he de sentir por ti
Los dioses han cobrado su venganza...
Mas ni con tu muerte podrás olvidar que de tu vientre
Nació esta alma... aquella que alguna vez despreciaste...
Aquella que ahora, si, ahora miras con recelo...
Tu condición no es impedimento de maldad,
Que tristeza saber que sigues ciega,
Que aunque tienes ojos, no ves nada.

Madre,

Posaré una rosa negra en tu ataúd
Y un beso en tu corazón.

17 noviembre 2004

26 de Marzo de 1675...algún lugar de Toulosse

26 de marzo de 1675... algún lugar de Toulosse
Estoy sentada frente al espejo del toilette de nuestra alcoba, él me cepilla el cabello con suavidad, introduce sus dedos rozando ligeramente mi cuello. Nuestras miradas se cruzan fortuitamente en el reflejo del espejo. Su mirada es fuego y me está quemando el corazón.
Oh! Tiavaras si tan sólo supieras como me estremeces cuando tus manos aprietan mis muslos, o cuando tu boca encuentra mis pechos, siento que mi pecho estallará de pasión en cualquier minuto, no sólo porque te amo y te deseo con locura, sino porque la ventana está abierta y la suave brisa del otoño levanta mis vestidos, sacude tus hermosos cadejos de rizos y permite que tus bellos ojos pardos se encuentren con los mí­os, en medio de la furia de la tormenta de nuestros cuerpos... la luz de los candelabros se extingue con el viento y la adorable luna nos acaricia con su suave resplandor.
Tiavaras... estás cansado, yo sedienta de más amor, ¡¿será que aunque mi cuerpo descanse mi alma no podrá descanzar y no se saciará ni por toda la eternidad?!
¡¿Será que aunque nuestros cuerpos se separen al llegar "la invitada de piedra", nuestras almas se buscarán eternamente y no tendrán descanso hasta volver a encontrarse y no separarse jamás?! ¿Será ese el castigo del amor? ¿Castigo o bendición? ¿ Suplicio o desafío para llegar a tener nuestro reino, como siempre hemos soñado? ¿Será que nuestro reino no está en esta tierra?
Ahhhh....dejo caer mis pestañas y me sumergo en tus brazos para encontrar dulce reposo, amado mí­o...
Eternamente tuya...
Diomina

16 noviembre 2004

Sacrificio

Sacrificio

Caen los cristales del amor,
se despedazan hasta agotar mis fuerzas,
tu mirada es un relámpago
que encegese mi alma
y me introduce en campos infinitos de pasión;
todo es perfecto,
tú eres perfecto,
yo soy perfecta.
Los sacerdotes del templo
se preparan para su sacrificio,
mis muñecas sangran,
mis ojos extaciados miran el altar,
y mi alma se quema
en la hoguera de mi amado dolor.

15 noviembre 2004

30 de Octubre del 2004 ...Hora: casi las 12 creo

Clamor Trémulo
Tus palabras se desvanecen,
no existen...
Suspendida en el aire me encuentro,
luces tenues tiritan en mis ojos.
Caen las murallas...
el viento trae
nuevamente tus palabras,
tu álito de vida ¿o de muerte?
Estás muerto...
deberí­as estarlo y yo también.
Deberí­amos navegar por el limbo,
el Limbo de los sueños,
soñar con no despertar
con encontrarnos en algún lugar,
un lugar frí­o y húmedo
con aroma a tierra,
o quizá serí­a mejor ...
DESAPARECER...en la nada
profunda...oscura...incierta...
nuestra NADA
nuestra muerte...nuestra vida...

Suspendida ... o cortada

Tómame

Pasión Nocturna

Muérdeme, muérdeme...
muerde mi cuello
con la dulzura de tus colmillos.

¡Tíñete de mi sangre!
Tómame ahora...una y otra vez,
hasta que ya no quede
una gota de vida en mi­.
Yo lo quiero, tú lo quieres...
hazme tuya...arráncame el alma
bebe cada partícula de mi ser.

Llévame a la muerte...ama mi muerte
yo viviré en tí­ y tú en mi...
Rasga mis vestidos
con tus garras de pasión,
Tómame...soy tuya...
así­...una y otra vez

Incansablemente