21 noviembre 2004

MATRIZ

MATRIZ

Efí­mera fantasí­a ... morir,
Tienes palabras que decir?
Sólo debes pedir perdón,
Sólo debes acercarte... libera tu alma.

Tu cuerpo es un esqueleto con piel
Como siento lástima por ti,
Nunca pensé verte así­... pudriéndote en vida,
Y aunque eres una calavera andante
Tu lengua de serpiente
Vierte sutil su veneno como siempre,
Tus ojos profundos, tu expresión...
¿Cómo pude nacer de tus entrañas?
¿¡Cómo?!

Ja, que ironí­a, llegue a odiarme por ti
Fuiste soberbia, rencorosa, una arpía
Ahora el cáncer se consume tu energí­a
Tú lo sientes y no haces nada,
Tu conciencia no te deja en paz
Tu espí­ritu no tiene descanso...

Ciertamente serás purificada con fuego
El fuego del dolor,
Aquel que es profundo y despiadado...
¡Tu alma será purificada con fuego!

Y ni siquiera ahora puedo odiarte...
Sólo compasión he de sentir por ti
Los dioses han cobrado su venganza...
Mas ni con tu muerte podrás olvidar que de tu vientre
Nació esta alma... aquella que alguna vez despreciaste...
Aquella que ahora, si, ahora miras con recelo...
Tu condición no es impedimento de maldad,
Que tristeza saber que sigues ciega,
Que aunque tienes ojos, no ves nada.

Madre,

Posaré una rosa negra en tu ataúd
Y un beso en tu corazón.

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